Cuaderno de bitácora: Aquellos
polizones que descubrimos han sido ajusticiados. Sin embargo, no
encontrábamos código o ley a la que acudir. A falta de castigo legislado, los
abandonamos a su suerte en un bote de remos con alimentos y ron. El ancho mar
será quien dé la sentencia. Justicia natural.
La entrada de hoy se la dedico a un
solo hombre. Un hombre que se ha ganado este “honor” al descubrir
su verdadera cara. Al afrontar quien de verdad es, y dejar atrás
tantos años de sufrimiento en silencio, fingiendo ser otra persona.
Un hombre que nos ha sorprendido a todos. Sin duda, un hombre
especial: Alberto Ruíz Gallardón. Pido disculpas de antemano por la extensión de la entrada, pero es que este hombre no merece menos.
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Foto de Alberto Di Lolli |
La historia de un alcalde de Madrid que
anhelaba un futuro mejor. Un futuro mejor para él, por supuesto. El
hombre “cercano a la izquierda” que decían. El del tira y afloja
con Espe. Con esas gafillas cubiertas por un cielo de cejas y esa cara de perrete. Gente del bando
contrario destacó a Alberto como uno de las buenas elecciones de
Rajoy. Pero hay que ver cómo le ha sentado la primera fila política.
También es verdad que esto nos pasa
por olvidar. Por olvidar las palabras de su padre. Gallardón padre
decía en una entrevista “tenías que conocer a mi
hijo Alberto. Ese sí que es de derechas”.
Pero el tiempo pasa y las
palabras vuelan. Y ahora es el momento de Alberto.
Alberto Ruíz Gallardón. Hasta su
nombre es potente. Alberto Ruíz Gallardón, el Indestructible. Coño,
suena a rey del pasado. En su etapa en la alcaldía, era conocido
como “el Faraón” por sus obras y proyectos de proporciones
épicas. Pero ahora que se ha quitado el maquillaje, yo no puedo
evitar imaginármelo como un rey. Un rey absolutista. Y no, no del
absolutismo ilustrado. Un rey con un par. En la intimidad me gusta
llamarle “El Iluminado”. Y es que es precisamente eso. Realmente
creo que no es consciente de lo que hace. Se le ha aparecido alguna
divinidad. Ha visto la luz y está cegado por ella.
“El Iluminado” es, como ya sabéis,
Ministro de Justicia. Ni más, ni menos. El gran responsable de
cuidar a “la de la balanza y la venda en los ojos”. Y en su
primer año ha conseguido algo digno de mención. Por primera vez en
lustros, ha conseguido que todo el mundo judicial esté de acuerdo en
algo. En que hay que echarle. Todos. Jueces, fiscales, abogados,
procuradores. Hasta algún procesado se une a la causa.
No quiero decir que su labor sea
sencilla. Justicia es una cartera difícil. Y ya venía tocada, más
bien herida, desde hacía tiempo. Los distintos gobiernos ya la
habían marginado en multitud de ocasiones. O la habían usado como
recurso para legislar, cuando había otras opciones. Eso del
principio de ultima ratio -último recurso para la protección
de los bienes jurídicos- del Derecho Penal nos traía al pairo en
este país desde hace años.
Pero Gallardón se ha armado de valor.
Ha visto herida la Justicia y ha decidido sacrificarla, para que no
sufra. Qué considerado. Se la está cargando. Paso a paso, decreto a
decreto. Las tasas van a conseguir una Justicia “Pública”
solamente para ricos. El traspaso de competencias del Registro Civil
a notarios lleva al mismo resultado. A los notarios, además, quiere
darles competencia para divorciar y separar, creando así una
Justicia de doble velocidad. Si puedes pagarte el notario, adelante,
vuele con nosotros en primera clase. Si no puedes, pues al juzgado
oye, como toda la vida, que tiempo nos sobra.
Ojo, que “El Iluminado” tiene las
ideas claras. No vayamos a cometer el error de pensar lo contrario.
Él no sabe bien lo que hace, pero está convencido de que debe
hacerlo. Y cuán difícil es quitar una idea de la cabeza, a aquel
que tiene fe en ella. Si le presentáramos el problema del hijo de
dos madres, como al Rey Salomón, Alberto dictaría la misma
solución. “Cortar al niño en dos”. Pero él lo diría en serio.
Sin trucos, ni artimañas. De hecho, cogería la espada y asestaría
el golpe él mismo, convencido de su “gran solución” al
problema.
Estamos ante el Ministro de Injusticia.
Y el problema es que está rodeado de Ministros de Desempleo,
Analfabetismo, Insanidad...Y claro pues se le hace sombra, porque
aquí poca gente confiaba en nuestro sistema judicial. Y amigos,
estamos permitiendo que se lo cargue. En fin, lo mejor será que
ahorremos, porque buena falta nos va a hacer.
=D
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