
Afortunadamente, no contra un golpe militar. Pero, por desgracia, salimos por no ser escuchados, por ser asfixiados, por ser olvidados. Se toma la calle para que vean que el pueblo es el centro de la sociedad, cosa que parece haber sido olvidada. Hay que salir para que sean conscientes de que seguimos aquí. Donde ya estábamos antes de que los poderes financieros se adueñasen de todo.
Luchamos por nosotros, pero no desde un prisma egoísta. Luchamos por todos. Y tomamos la calle, las plazas, el Palacio de Invierno -si es necesario-. Mañana, 23F, cambiamos el significado a la fecha. Un 23F donde todo puede empezar. Un 23F por la democracia.
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